Existen dos grandes acontecimientos históricos a los que se le atribuyen la institución de la fecha: en
Luego, el caso más resonado, sucedió en 1908, en Washington Square, Nueva York, cuando la fábrica Cotton Textile Factory fue incendiada y murieron 129 personas.
Los dueños habían encerrado a todas las trabajadoras para que no se unieran a la huelga de 40.000 costureras industriales que demandaban sumarse a sindicatos, una mejora salarial, rechazaban el trabajo infantil y pedían una jornada laboral más corta.
Este hecho inhumano y, a la vez tan humano, es el que más se menciona a la hora de buscar un porqué para la conmemoración del Día de
Clara Zetckin, la creadora del 8 de Marzo, junto a Rosa de Luxemburgo.
Primeros días
En febrero de 1908, en Estados Unidos, se organizó el primer Día Internacional de
En 1910, por primera vez, las feministas y las socialistas de todo el país se unieron para celebrar ese día con una movilización popular.
En Europa se celebró por primera vez el 19 de marzo de 1911, fecha en que recordaban que en 1948 el rey de Prusia , bajo la amenaza de un levantamiento en armas, prometió varias reformas y, entre ellas, el derecho a que las mujeres votaran.
El 8 de marzo
Quienes instauraron el 8 de marzo como "el" día, fueron las 100 delegadas de 17 países de sindicatos y partidos socialistas, reunidas en Dinamarca en
La presidenta del Congreso de
Ella y Kate Duncker, dijeron y tuvieron el voto unánime: "De acuerdo con las organizaciones de clase, políticas y sindicales del proletariado en sus respectivos países, las mujeres socialistas celebrarán anualmente el Día de
La base de su determinación fue: "Para que la mujer tenga plena igualdad de derechos sociales con el hombre -de hecho y de derecho y no sólo en la letra muerta de las leyes-, para que tenga todas las oportunidades de un libre desarrollo y del ejercicio total de su condición humana deben darse dos premisas primordiales: la propiedad privada de los medios de producción debe ser sustituida por la propiedad social; las mujeres deben ser incorporadas a la producción social en un régimen libre de explotación y esclavitud".
“siempre creí que este país merecía ser distinto. Que un día íbamos a unirnos todos y el destino cambiaría. Recuerdo los barrios obreros de esta ciudad cuando llegábamos con las banderas rojas, y la gente se iba reuniendo y se iban logrando cosas. Cuando el partido socialista era una parte linda de la vida. Cuando las mujeres nos juntamos por primera vez y empezamos a pelear por nosotras…”.
Alicia Moreau de Justo



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